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DISTINTIVOS DOCTRINALES

Los siguientes distintivos expresan nuestras convicciones y peculiaridades respecto a otras iglesias cristianas evangélicas:

SOMOS REFORMADOS:

Que seamos reformados quiere decir que nos identificamos plenamente con lo que enseñaron los Reformadores en la Reforma Protestante del siglo XVI desvinculándose de la Iglesia Católica Romana. Las enseñanzas principales de los Reformadores se conocen como las “5 Solas de la Reforma” que están postuladas en latín y describimos brevemente a continuación:

 

1) SOLA SCRIPTURA: Solo la Biblia es la Palabra de Dios, inspirada, infalible, inerrante y suficiente. Abrazamos las Escrituras como la base de todas nuestras creencias y única regla de fe y conducta.

2) SOLUS CHRISTUS: Esta salvación está solo en Cristo quien nos salva, no en la Iglesia u otros mediadores.

3) SOLA GRATIA: Solo por la gracia de Dios podemos ser salvos, sin obras meritorias de nuestra parte.

4) SOLA FIDE: Solo por medio de la fe en Cristo podemos recibir el regalo de Dios de la salvación, sin ritos ni ceremonias.

5) SOLI DEO GLORIA: Por tanto, solo Dios es digno de recibir toda la gloria.

Además, somos reformados porque creemos en la doctrina reformada de la salvación. Cuando hablamos de esto, nos estamos refiriendo a lo que creyeron la mayoría de los reformadores respecto a cómo opera Dios la salvación en los hombres. A estas doctrinas se les conoce comúnmente como doctrinas de la gracia y también como los 5 puntos de el calvinismo: la corrupción radical del hombre; la elección incondicional de Dios; la expiación particular; el llamamiento eficaz; y la perseverancia final de cada verdadero creyente.

Estamos convencidos de que Dios es Soberano sobre todas las cosas, y así mismo Dios es soberano en la Obra de la Salvación. Él nos escogió desde antes de la fundación del mundo tan solo en base a Su Gracia, al puro afecto de su voluntad (Efesios 1:4, 11). Cristo vino al mundo para salvar a aquellos que el Padre escogió para que creyesen en Él (Juan 10:11; Efesios 5:25; Apocalipsis 5:9). Nosotros, por naturaleza, estábamos totalmente perdidos y corrompidos, muertos en nuestros delitos y pecados, incapaces de responder al llamado de Dios, y jamás hubiésemos buscado a Dios si Él no nos hubiera alcanzado y atraído hacia Él con su Gracia irresistible (Romanos 3:10ss; 8:7-8; Juan 6:37, 44; 10:27-29).

 

También creemos que las personas son completamente responsables de las decisiones que toman. El Evangelio es libremente ofrecido a todos y Dios desea que todos procedan al arrepentimiento. Cualquiera que cree en el Señor Jesucristo será salvo (Romanos 10:9-13; Hechos 16:30-3). La relación entre la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre es un misterio para criaturas limitadas como nosotros, pero ambas verdades son enseñadas en las Escrituras y nosotros las creemos y enseñamos.

Pincha aquí para leer "Anexo sobre las Doctrinas de la Gracia".

CREEMOS EN EL LIDERAZGO BÍBLICO MASCULINO:

Creemos que Dios diseñó al hombre y a la mujer con aptitudes y roles diferentes, iguales en valor ante Él, pero diferentes en funciones y responsabilidades. Entre estas funciones Dios demanda del varón que ejerza un liderazgo bíblico, sacrificial y amoroso tanto en el hogar como en el seno de la iglesia, y de la mujer que sea ayuda idónea para él y respete el liderazgo de su esposo (Efesios 5:21-33; 1 Timoteo 2:8-15).

Sostenemos pues una visión complementaria de la relación matrimonial en contraste con el igualitarismo actual. Disentimos con el machismo, así como con las reivindicaciones feministas dentro y fuera de la iglesia, confiados de que el diseño original de Dios es lo que la familia cristiana y la iglesia del Señor necesitan.

Afirmamos también la enseñanza bíblica de que no le es lícito a la mujer enseñar o ejercer autoridad sobre el varón en la iglesia (1 Pedro 5:1-5; Hebreos 13:17; Hechos 6:1-6; 10:17, 28; 1 Timoteo 3:1-7; 3:8-13; 2:11-12).

Pincha aquí para leer "Anexo sobre el rol de la mujer en la iglesia".

CREEMOS EN LA PLURALIDAD Y PARIDAD PASTORAL:

Creemos que tanto las Sagradas Escrituras como la práctica de la iglesia primitiva nos enseñan que la iglesia local debía de ser ministrada y liderada por un grupo de ancianos, varios pastores (Hechos 14:23; 20:17; 20:28; Filipenses 1:1; 1ª Timoteo 5:17; Hebreos 13:7, 17, 24; 1ª Pedro 5:1). Ahora bien, a todo esto, encontramos que no es antibíblico ser parte de una iglesia gobernada por un solo pastor, pero tampoco es el ideal, no es el modelo escritural a seguir. Si una congregación solo ha recibido la gracia de tener un solo pastor, entendemos que esto es algo temporal hasta que el Señor permita que haya más pastores en dicha iglesia. Lo que no podemos hacer es levantar ancianos por levantar, ya que no fuimos llamados a “imponer manos con ligereza” (1ª Tim.5:22), pero sí a imitar el modelo de la iglesia bíblica primitiva en la medida que Dios lo disponga. Una congregación debe tener tantos pastores como Dios quiera darle, no es una cuestión numérica de cantidad de miembros, sino de la soberanía de Dios. 

Cada miembro del equipo pastoral tiene unos dones y habilidades específicos que debe usar para el beneficio de la iglesia y eso se tiene en cuenta a la hora de desempeñar ciertas funciones o ministerios en la iglesia o encargarse de determinadas áreas. Por supuesto que hay funciones que todos los pastores deben desempeñar, pero Dios ha dotado a algunos más que a otros para la predicación o enseñanza, por ejemplo, a otros más para la consejería, etc.

Ningún anciano (pastor) es mayor que los demás en autoridad. Las decisiones se toman por unanimidad en la mayoría de los casos o por mayoría de votos cuando sea imprescindible. Además, cada pastor es pastoreado por el resto del equipo, es decir, es una oveja más que tiene que ser corregida, animada, aconsejada, exhortada o disciplinada. Las funciones desempeñadas por cada pastor son evaluadas por el resto, cada pastor debe rendir cuentas al resto del equipo y no salirse de los límites establecidos y pactados por el resto del equipo pastoral. Todas las decisiones de la iglesia son tomadas en equipo, es decir, decisiones como las políticas de la iglesia, nombrar responsables, nombrar diáconos o ancianos, predicadores invitados, eventos o actividades, disciplina de miembros, economía, temas a enseñar o predicar, etc.

SOMOS CONTINUISTAS:

Somos una iglesia continuista, y cuando decimos esto nos estamos refiriendo básicamente a que creemos en la vigencia de los dones del Espíritu Santo, dentro del marco y orden bíblico.

CREEMOS EN LA MEMBRESÍA:

Creemos en la importancia bíblica de la membresía de la iglesia local. El compromiso formal del cristiano con la iglesia local capacita a los pastores para reconocer a aquellos por quienes deben velar responsablemente delante de Dios, y a los creyentes, para saber dónde deben rendir cuentas en el ejercicio de los dones y el crecimiento de la fe. Por esta razón, animamos a los creyentes a ser parte de una iglesia local, sea esta o cualquier otra congregación bíblica, de manera consistente y regular. 


Si eres creyente y deseas ser miembro de esta congregación, aquí tienes los requisitos para optar a la membresía.

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